martes, 20 de enero de 2009

TODO POR AMOR, amor de niño


Hace muchos años, cuando un médico trabajaba como voluntario

en un Hospital de Stanford, conoció a una niñita llamada Liz

quién sufría de una extraña enfermedad.

Su única oportunidad de recuperarse aparentemente,

era una transfusión de sangre de su hermano de 5 años,

quién había sobrevivido milagrosamente a la misma enfermedad

y había desarrollado anticuerpos necesarios para combatir

la enfermedad.

El doctor explicó la situación al hermano de la niña,

y le preguntó si estaría dispuesto a darle su sangre a su hermana.

Por un momento, lo vió dudar antes de tomar un gran suspiro y

decir; Si, lo haré, si eso salva a Liz.

Mientras la transfusión continuaba, el estaba acostado en una

cama al lado de la de su hermana, y sonriente mientras los

médicos lo asistían a él y a su hermana, veía retomar el color a

las mejillas de la niña.

Entonces la cara del niño se puso pálida y su sonrisa desapareció.

El miró al doctor y le preguntó con voz temblorosa:


¿A qué hora empezaré a morirme?

Siendo solo un niño, no había comprendido al doctor;

el pensaba que le daría toda su sangre a su hermana...


Y AÚN ASI, SE LA DABA...

No hay comentarios: