viernes, 26 de junio de 2009

LO MAS IMPORTANTE QUE HE HECHO EN MI VIDA








En cierta ocasión, durante una charla que di ante un grupo de profesionales, me hicieron esta pregunta:
“¿Qué es lo más importante que ha hecho en su vida?”.
En mi calidad de ingeniero en Sistemas, sabia que los asistentes deseaban escuchar anécdotas sobre mí trabajo, entonces les respondí:
Lo más importante que he hecho en la vida, tuvo lugar el 9 de Mayo de 2000…
Comencé el día jugando tenis con un amigo al que no había visto en mucho tiempo. Entre jugada y jugada me contó que su esposa y él acababan de tener un bebé.
Mientras jugábamos, llegó el padre de mi amigo, que consternado, le dijo que al bebé se lo habían llevado de urgencia al hospital.
En un instante, mí amigo se subió al auto de su padre y se marchó.
Yo, por un momento, me quedé donde estaba, sin saber que debía hacer. ¿Seguir a mí amigo al hospital? Mí presencia allí, me dije, no iba a servir de nada, pues la criatura estará al cuidado de médicos y enfermeras, y nada de lo que yo hiciera o dijera iba a cambiar las cosas. ¿Brindarle mi apoyo moral? Eso, quizás, pero tanto él como su esposa provenían de familias numerosas, y sin duda estarían rodeados de parientes, que les ofrecerían el apoyo necesario.
Lo único que haría yo sería estorbar.
Así que decidí ir mas tarde al hospital a visitar a mi amigo.
Al poner en marcha mi auto, me percaté que mi amigo había dejado su camioneta con las llaves puestas, estacionada junto a las canchas.
Decidí pues, cerrar el auto e ir al hospital a entregarle las llaves.
Como supuse, la sala de espera estaba llena de familiares. No tardo en presentarse un médico, que se acercó a la pareja y, en voz baja les comunicó que su bebe había fallecido. Los padres se abrazaron y lloraron, mientras todos los demás los rodeamos en medio del silencio y el dolor. Al verme mi amigo, se refugió en mis brazos y me dijo: Gracias por estar aquí. Durante el resto de la mañana permanecí sentado en la sala de urgencias del hospital viendo a mi amigo y a su esposa sostener en brazos a su bebe y despedirse de él.
Esto, es lo más importante que he hecho en mí vida, y aquella experiencia me dejo tres enseñanzas:
Primera: lo más importante que he hecho en la vida, ocurrió cuando no había absolutamente nada que yo pudiera hacer. Nada de lo racional que aprendí en la universidad, ni en el ejercicio de mi profesión, me sirvió en tales circunstancias. A dos personas les sobrevino una desgracia y lo único que pude hacer fue acompañarlos y esperar; pero estar allí, era lo principal…
Segunda: aprendí que al aprender a pensar, casi me olvido de sentir.


Tercera: aprendí que la vida puede cambiar en un instante. Así pues, hacemos planes y concebimos nuestro futuro como algo real, y olvidamos que perder el empleo, sufrir una enfermedad grave o un accidente y muchas otras cosas más, pueden alterar ese futuro en un abrir y cerrar de ojos.
Desde aquel día, busqué un equilibrio entre el trabajo y la vida; aprendí que ningún empleo compensa perderse unas vacaciones, romper con la pareja o pasar un día festivo lejos de la familia. Y aprendí que lo más importante en la vida, no es ganar dinero, ni ascender en la escala social, ni recibir honores… Lo más importante en la vida, es el tiempo que dedicamos a cultivar una amistad.


POR ESO A DIOS LE AGRADEZCO:
Por mis hijos que NO limpian sus cuartos, pero están viendo la tele, porque significa que están en casa y no en las calles.
Por las rebajas en mi sueldo, porque significa que estoy trabajando.
Por el desorden que tengo que limpiar después de una fiesta, porque significa que estuvimos rodeados de seres queridos.
Por las ropas que me quedan un poco ajustadas, porque significa que tengo más que suficiente para comer.
Por mi sombra que me ve trabajar, porque significa que puedo salir al sol.
Por el césped que tengo que cortar, ventanas que necesito limpiar, cañerías que arreglar, porque significa que tengo una casa.
Por las quejas que escucho acerca del gobierno, porque significa que tenemos libertad de expresión.
Porque no encuentro estacionamiento, esto significa que tengo auto.
Por los gritos de los chicos, porque significa que puedo oír.
Por la ropa que tengo que lavar y planchar, porque significa que me puedo vestir.
Por el cansancio al final del día, porque significa que fui capaz de trabajar duro.
Por el despertador que suena temprano todas las mañanas, porque significa que ¡¡Estoy vivo!!

domingo, 7 de junio de 2009

PUEDO ESCRIBIR LOS VERSOS MAS TRISTES ESTA NOCHE




Escuchela en la siguiente dirección



Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Escribir, por ejemplo:
«La noche está estrellada, y tiritan, azules, los astros, a lo lejos».
El viento de la noche gira en el cielo y canta.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.
En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.
Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.
Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.

Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.
Eso es todo. A lo lejos alguien canta.
A lo lejos. Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.
La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.

Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído. De otro.
Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.

Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.
Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,

Mi alma no se contenta con haberla perdido.
Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.